En un encuentro de líderes de base de fe el pasado martes en la iglesia La Senda Antigua en Toa Alta, el pastor y evangelista Luis Ángel Díaz-Pabón, expresó su preocupación ante el nivel de violencia doméstica y comunitaria que se está dando en Puerto Rico en los primeros días del 2024.
«Este año se deciden cosas determinantes para el futuro de nuestra isla. La violencia, sufrimientos, situaciones difíciles y otras desgracias han marcado a los puertorriqueños y solo siendo llenos del Espíritu Santo podemos afrontar estas situaciones. Pentecostés no es una opción para la Iglesia, es la única manera de equipar a nuestra generación y a la próxima para la tarea de transformar nuestra sociedad», sostuvo el pastor Díaz-Pabón, evangelista con más de 50 años de ministerio.
En el encuentro de líderes de base de fe estuvieron presente unos 40 líderes religiosos, incluyendo a representantes de la Fraternidad de Concilios Pentecostales (FRAPE). En la reunión se acordó convocar a toda la iglesia en Puerto Rico a la celebración del Día de Pentecostés en el evento La Gran Fiesta con el propósito de aclamar por el Espíritu Santo que es la única solución a los problemas sociales que vive Puerto Rico.
El obispo Robert Gómez, uno de los líderes de la FRAPE, mencionó, «vamos a estar en La Gran Fiesta el día de Pentecostés en una actividad que no será de una denominación. Estamos convocando a todo el pueblo que está clamando por ese avivamiento que el Señor quiere seguir derramando. Pentecostés no es una denominación es la unidad del pueblo».
La Gran Fiesta será el próximo 18 de mayo en la Iglesia La Senda Antigua en Toa Alta. El evento contará con la participación de Danny Berríos, Carlos Seise, Carlos Manuelle, Jaime Barceló, entre otros adoradores, y tendrá como orador principal al pastor Díaz-Pabón.
«Veo un despertar de conciencia en los líderes de la comunidad cristiana. La iglesia es determinante en el proceso de sanidad de nuestra sociedad y estoy seguro que este año La Gran Fiesta será un evento histórico», culminó el pastor.
En lo que va de año se han reportado unas 50 muertes violentas en Puerto Rico, incluyendo 4 feminicidios. Además, el pasado 25 de enero se registró en Yauco la segunda masacre del año y quinto feminicidio. La primera masacre ocurrió en Ceiba el 16 de enero con el asesinato de 5 personas.